Biografía de Miguel Ángel

Miguel Ángel Buonarroti nació el 6 de marzo, 1475, en Caprese, Italia.

Su padre le castigaba por dibujar en lugar de hacer sus deberes.
No quería un hijo artista. A su juicio la dignidad de la familia no podía admitír un oficio tan bajo.

Pero al final, ya que Miguel Ángel no le obedecía, lo llevó (1488) al taller de un pintor (Ghirlandaio), quien lo contrató como aprendiz y llegó a afirmar más tarde, que todo lo que sabía Miguel Ángel se lo debía a él.

Retrato de una dama noble de Domenico Ghirlandaio, el primer maestro de Miguel Ángel (foto en dominio público)

Miguel Ángel dibujaba y copiaba excepcionalmente bien. Asombró a todos con su versión de un grabado de un artista alemán (Schongauer).

Copia de Miguel Ángel de Schongauer, El Tormento de San Antonio, c. 1487/88. Óleo y temple sobre tabla, 18 1/2 x 13 1/4 pulg, Kimbell Art Museum, de Fort Worth. ( foto en dominio público)

Un escultor (Torrigiano) le pegó un puñetazo en la cara por fanfarrón y destrozó su nariz de por vida.

Retrato de Miguel Ángel anciano por Giulio Bonasone, mostrando su nariz aplastada (foto en dominio público)

Miguel Ángel estudió escultura (1489) en una escuela creada en el palacio de un duque rico y poderoso, llamado Lorenzo de Médici. A los pocos días de empezar, sorprendió a Lorenzo con una perfecta copia en piedra de un fauno.

Busto de Lorenzo de Médici por Andrea del Verrocchio (foto en dominio público)

Lorenzo le invitó a vivir en su palacio, le dio un lugar en su mesa y una túnica violeta para llevar.

Patio del Palacio Médici en Florencia, donde Miguel Ángel vivió de joven (C C AA 3.0 Unported license foto  de Gryffindor)

Vivió allí durante tres años y, mientras esculpía sus primeras obras en mármol, asistía con los hijos de Lorenzo a las clases impartidas por los grandes maestros Humanistas de Florencia.

En una ocasión Miguel Ángel abandonó en secreto el palacio de Lorenzo y se metió en una iglesia para escuchar a Savonarola, predicador de gran fama, quien condenaba la inmoralidad de su tiempo. El hermano mayor de Miguel Ángel, Leonardo, se hizo seguidor de Savonarola y se metió a fraile dominico.

Monumento a Savonarola en Ferrara, Italia (C C Attribution 2.0 Generic licencia foto por ho Visto nina volare)

Lorenzo de Médici enfermó de repente y murió (1492).

El sucesor de Lorenzo, su hijo Piero, mantuvo a Miguel Ángel en el palacio y le ordenó hacer un muñeco de nieve en el patio.

Miguel Ángel tuvo que huir de Florencia (1494) porque veía venir una gran rebelión. El pueblo derrocó a Piero de Médici y por un tiempo se instauró en la ciudad una teocracia, es decir, un gobierno sometido a las leyes divinas, dirigido por Savonarola.
Miguel Ángel fue a Venecia y luego a Bolonia, donde lo arrestaron por no pagar un impuesto municipal. Un noble lo pagó por él y le ofreció alojamiento; pero, durante todo un año, sólo le encargó unas pequeñas figuras.

La ejecución de Savonarola en Florencia, 1498 (Anónimo) (foto  en dominio público)

Florencia se convirtió en una república. Ejecutaron a Savonarola y Miguel Ángel regresó a casa. Esculpió un Cupido en mármol (1495) y lo ensució para que pareciese antiguo. Entonces un comerciante avispado lo vendió como una antigüedad a un cardenal en Roma.
Cuando se enteró, el cardenal devolvió el Cupido al comerciante. No culpaba a Miguel Ángel, pero no quería su Cupido. Le invitó a vivir en su palacio en Roma y le encargó una estatua a tamaño natural en mármol de Baco, el dios del vino.

Miguel Ángel creó un Baco ébrio.

Baco (1498) de Miguel Ángel (foto en dominio público)

Miguel Ángel hizo su primer viaje a las canteras de Carrara en busca del bloque de mármol para su próxima gran estatua, la Piedad.

Cantera de mármol de Carrara, Italia (C C Attribution 2.0 Generic licencia foto por rdesai)

Fue encargada por el cardenal francés Jean de Billheres. La Piedad es la única estatua que Miguel Ángel firmó. Algunas personas la consideran su mejor obra. En aquel momento, la gente decia que la Virgen parecía demasiado joven para ser la madre de Cristo.

La Piedad (1498-1499) de Miguel Ángel (foto en dominio público)

Miguel Ángel regresó a Florencia para tratar de conseguir un gran bloque de mármol que adjudicaba el gobernador de la ciudad, Piero Soderini. Llevaba años en un patio a la intemperie y tenía un gran agujero en medio, por lo que se consideraba sin valor. Miguel Ángel tomó medidas y diseñó para ese bloque dañado una estatua de David, el joven pastor que mató a Goliat con una piedra de su honda. Miguel Ángel esculpió su figura en tan sólo dieciocho meses. Mide casi cuatro metros y medio de alto y fue erigido delante del Palacio de la Signoria de Florencia.

 David (1502-1504) de Miguel Ángel (C C Attribution-Share Alike 3.0 Unported license foto de Rico Heil)

Después, el gobernador le pidió que pintara en la pared de la Casa Consistorial una escena de la historia de Florencia. Leonardo da Vinci recibió el encargo de pintar en otra pared, de modo que dos de los artistas más grandes del mundo trabajaban allí al mismo tiempo, aunque probablemente no se hablaban. Ninguno de los dos terminó su pintura.
La de Miguel Ángel se llama la Batalla de Cascina y mostró a unos soldados sorprendidos por un ataque mientras nadaban.

Copia de Aristóteles da Sangallo de dibujos de Miguel Ángel para la Batalla de Cascina (1504) (foto en dominio público)

La pintura de Leonardo se llama la Batalla de Anghiari, y representaba a jinetes y caballos chocándose en una carga de caballería.

Copia de un artista desconocido de la Batalla de Anghiari de Leonardo da Vinci (foto en dominio público)

Por esa época Miguel Ángel compró su primera finca. No era para él, sino para su padre. La mayor parte de los bienes raíces que compró en los próximos años estaba destinada a su padre o sus hermanos. Él siempre vivió con poco, por muchos bienes que acumulara.
Julio II, tan pronto como fue elegido Papa (1505), quiso hacer cosas grandes y llamó a Miguel Ángel a Roma para diseñar y construir su sepulcro.

 El Papa Julio II de Rafael (foto en dominio público)

Miguel Ángel presentó al Papa un diseño complejo con cuarenta estatuas, que le deleitó. Muy animado, Miguel Ángel fue a las canteras de Carrara a buscar el mármol. Al cabo de ocho meses regresó a Roma y se instaló cerca del Vaticano. El Papa solía visitarle en su taller, curioso de ver cómo progresaban las obras. Charlaban como buenos amigos.

De repente, el Papa cambió de idea y canceló el proyecto. Miguel Ángel estaba tan sorprendido y enfadado que destruyó sus modelos, salió de Roma por la noche, y se fue a  casa en Florencia (1506).

La gran ciudad de Florencia, Italia (C C Attribution-Share Alike 3.0 Unported foto de DanieleDF1995 (talk)

El Papa envió a mensajeros para llevarlo de vuelta, pero Miguel Ángel se enfrentó a ellos y les mandó al diablo: allí en Florencia él estaba fuera de la jurisdicción del Papa. En aquellos tiempos, el Papa no era sólo un líder espiritual como ahora. Era un poderoso monarca con un ejército. Hacerle frente era muy peligroso.

Por un tiempo el gobernador o gonfaloniere de Florencia protegió a Miguel Ángel, pero cuando el Papa le amenazó a él tambien, le dijo a Miguel Ángel que tendría que obedecer la orden del Papa, regresar y sufrir las consecuencias de su huída. En ese momento el ejército del Papa acababa de conquistar la ciudad de Bolonia y, muy temoroso, Miguel Ángel viajó allí para pedirle perdón al Pontífice.

 Un mapa de Bolonia, de unos cien años después de cuando Miguel Ángel trabajó allí (foto en dominio público)

El Papa Julio perdonó a Miguel Ángel y le ordenó que hiciera una estatua gigante de él en bronce para conmemorar su toma de la ciudad. Miguel Ángel enseñó su dibujo al Papa. Una mano se alzaba para dar una bendición. «¿Qué debo hacer con la otra, Santo Padre?», le preguntó. «¿Poner allí un libro?»
«Una espada», dijo Julio. «Yo no sé nada de libros.»

Miguel Ángel trabajó durante más de un año en la figura, alojándose incómodamente con cuatro artesanos en un hotel barato. Cuando fue finalmente fundida en bronce, la parte superior no salió y tuvo que volver a modelarla. Al final, la montaron encima de la puerta principal de la ciudad (1508). Tres años más tarde, cuando Bolonia estaba siendo atacado por los enemigos del Papa, la estatua fue fundida para hacer un cañón.

Entonces Julio llamó a Miguel Ángel a Roma para pintar el techo de la Capilla Sixtina (1508). «Pero yo no soy pintor», protestó Miguel Ángel. Había pintado muy poco y el Papa quería que se pusiese a cubrir mil metros cuadrados de techo. Julio no hizo caso a sus quejas: Miguel Ángel tuvo que obedecer.

 El techo de la Capilla Sixtina (CC Attribution 3.0 License foto de Patrick Landy (FSU Guy (talk)

Tardó cuatro años en pintar el techo de la Capilla Sixtina y fue la tarea más difícil de su vida. Trabajaba solo, esforzándose al límite todos los días. Comía pan duro y dormía en sus ropas de trabajo. «No tengo tiempo para los amigos», escribió a su padre. «Y espero que el Papa me pague pronto, porque no me queda ni un centavo «.

Cuando el techo estaba a medio terminar, el impaciente Papa ordenó a Miguel Ángel desmontar los andamios para que pudiese abrir la capilla al público y enseñar las grandiosas pinturas al mundo entero. Crearon un gran revuelo en Roma y en toda Italia. Los frescos ilustran la historia bíblica del hombre desde su creación hasta la venida de Cristo.

 La Creación de Adán, un cuadro en el techo de la Capilla Sixtina (foto en dominio público)

Cuando se terminó el techo (1512), el Papa estaba viejo y enfermo, y de nuevo pidió a Miguel Ángel que le hiciese su tumba. Sus herederos firmaron un nuevo contrato con Miguel Ángel y comenzó a esculpir el Moisés y algunas figuras que ahora se llaman «Esclavos». Emprendió otro viaje a las canteras de Carrara para buscar el mármol.
De buena gana habría trabajado en la tumba de Julio II hasta terminarla, pero llegó un nuevo Papa León X, un Médici y amigo de Miguel Ángel, y le encargó una fachada para San Lorenzo (1516), la iglesia de su familia en Florencia.

Basílica de San Lorenzo, Florencia, aún sin fachada (C C Attribution-Share Alike 3.0 Unported license foto de sailko)

Los herederos de Julio II, con el contrato de Miguel Ángel en la mano, insistieron en que trabajara para ellos. Al final, el Papa y los herederos acordaron que Miguel Ángel trabajaría a media jornada para cada uno.

Pasó gran parte de los próximos años en las canteras de Carrara y Santa Pietra (1517-1520). A lo largo de su vida pasó muchos años en las canteras de mármol, haciendo un trabajo duro y peligroso.

800px-Marmo_z03Una cantera abandonada en las montañas de Carrara (Marmo z03CC BY-SA 2.5 by Zyance  at Wikipedia)

Un día, el Papa León X inexplicablemente anuló el proyecto de la fachada de San Lorenzo (1520) y ordenó a Miguel Ángel que diseñara una biblioteca y una capilla con las tumbas de sus familiares.

 La Biblioteca Laurentian diseñada por Miguel Ángel (C C Attribution-Share Alike 3.0 Unported license foto de sailko)

Mientras, los herederos de Julio no dejaron de insistir con Miguel Ángel. Lo acusaron de incumplir sus obligaciones con ellos. Creyeron que parte del dinero que el Papa Julio le había pagado por las pinturas de la Sixtina estaba destinado a la tumba y que Miguel Ángel simplemente se lo había embolsado como un regalo. Amenazaron con demandarlo. La disputa se prolongó durante cuarenta años. Sufrió terriblemente. Con el paso de los años, los Papas, uno tras otro, encargaron sus propios proyectos y no le permitieron trabajar en la tumba de Julio. Hubo un total de cinco contratos con los herederos de Julio y con cada uno Miguel Ángel tuvo que modificar su proyecto y abandonar las estatuas que había comenzado. Fue increíblemente frustrante. Pero fue la acusación de que era deshonesto la que más le torturaba. La «tragedia de la tumba», como él mismo la llamó, se prolongó a lo largo de su vejez y amargó su vida.

Hubo guerras en curso. El emperador Carlos V saqueó Roma e hizo prisionero al Papa Clemente VII, un Médici. La ciudad de Florencia vio su oportunidad de ser libre y echó a su gobernante Médici. Se prepararon para un ataque del ejército imperial y nombraron a Miguel Ángel Jefe de Fortificaciones. Tuvo que dejar de trabajar en la Capilla Médici y dedicarse a la defensa de su ciudad.

 Uno de los dibujos de Miguel Ángel de las obras de defensa de Florencia (foto en dominio público)

El Papa fue finalmente liberado y llegó a un acuerdo con el emperador: Carlos se quedaría con Bolonia y, a cambio, ayudaría a Clemente a recuperar Florencia para los Médici. Los ejércitos imperiales y Papales luego sitiaron a Florencia (1528).

El asedio se prolongó durante más de un año. Las cosas se veían sombrías. Miguel Ángel hizo todo lo posible para defender la ciudad, pero se enteró de una conspiración para entregarla al enemigo, y una noche oscura huyó. Se fue a Venecia. El gobierno florentino lo declaró traidor. Regresó justo antes de que la ciudad cayera. Cuando los ejércitos victoriosos entraron, con Alessandro de Médici a la cabeza, tuvo que esconderse hasta pasar el peligro. Fue su amigo el Papa quien lo salvó. Perdonó a Miguel Ángel y le ordenó volver al trabajo en la Capilla Médici.

428px-Michelangelo,_ritratto_di_lorenzo_duca_di_urbino Lorenzo de Médici (c.1528): una de las grandes figuras de mármol de Miguel Ángel en la Capilla Médici (foto de wikimedia en dominio público)

Miguel Ángel ya no se sentía cómodo en Florencia. Tenía muchos enemigos, entre ellos el nuevo dictador, Alessandro. Sin terminar todas las figuras de la Capilla Médici, salió de Florencia para siempre (1532). El resto de su vida viviría en Roma.

Allí conoció a dos personas que se convirtieron en sus amigos más íntimos: Vittoria Colonna y Tommaso de Cavalieri.

Un posible retrato de Vittoria Colonna de Miguel Ángel (Wikipedia foto en dominio público)

Para ellos hizo dibujos y escribió muchos poemas. Llevaba años escribiendo sonetos. Sus modelos eran los grandes poetas Dante y Petrarca. En su poesía habla del amor y de su búsqueda de la belleza.

El Papa Clemente le ordenó pintar la pared del altar de la Capilla Sixtina. Tardó ocho años en terminar el Juicio Final (1541), debido a las interrupciones de otros trabajos y a una grave enfermedad.

499px-Michelangelo,_Giudizio_Universale_02 El Juicio Final (1541), en la pared frontal de la Capilla Sixtina (foto en dominio público)

Se cayó del andamio y estuvo prostrado durante meses. Fue su última gran obra. Pero cuando tenía más de setenta años pintó dos grandes frescos más en el Vaticano: la Conversión de San Pablo y la Crucifixión de San Pedro.

 La Conversión de San Paul (1542-1545), en la Capilla Paulina del Vaticano (foto en dominio público)

Por fin terminó la tumba del Papa Julio. De hecho, la mayor parte fue esculpida por sus ayudantes. Pero la figura central, la del Moisés, es una de las estatuas más poderosas de Miguel Ángel.

 Moisés (probablemente terminado entorno a 1513-1515), en Pietro in Vincoli, Roma (C C Attribution 2.0 Generic foto licencia  foto de Prasenberg)

El último trabajo importante que se le encargó y que le ocuparía durante los años de su vejez, fue la Basílica de San Pedro.

 Diseño de Miguel Ángel para la Basílica de San Pedro, Roma (foto en dominio público)

Dos Papas lo nombraron arquitecto oficial. Un asistente le ayudó a construir un modelo de la cúpula.

Dejó varias estatuas sin terminar en Roma y Florencia. Una, la Pietá del Duomo, la creó para su propia tumba pero llegó a estar tan insatisfecho con ella que la rompió en pedazos.

 La Pietà del Duomo (o Florentino) (c.1550), en la Catedral de Florencia, Italia (C C Attribution-Share Alike 3.0 Unported foto licencia por usuario [/ MM].

Trabajó en otra, la Pietá Rondanini, casi hasta el día de su muerte.

 Piedad Rondanini, la última obra de Miguel Ángel (1564), en el Castillo Sforza, Milán, Italia (C CAttribution-Share Alike 3.0 Unported foto)

Murió en 1564 a los 89 años después de unos días con fiebre. Su sobrino se llevó su cuerpo a Florencia. El funeral fue uno de los más importantes de la historia de la ciudad. Más de un centenar de artistas asistieron.

 Tumba de Miguel Ángel, de Giorgio Vasari, en la basílica de Santa Croce di Firenze, Florencia (C C Attribution-Share Alike 3.0 Unported foto  por Wknight94, los ajustes de limpieza: Jaakobou.)

Cronología de Miguel Ángel ofrece una relación de sus obras.


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2 respuestas a Biografía de Miguel Ángel

  1. Pingback: Cronología de Miguel Ángel | Grandes pintores y escultores

  2. Rosy dijo:

    me encantó leer este resumen de la biografía de Miguel Angel, excelente!

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