El David de Miguel Ángel. Es el momento antes de la batalla con Goliat. GNU-FDL Foto deRico Heil (User:Silmaril)
El David de Miguel Ángel salió de un bloque de mármol estropeado que no quería nadie. Las limitaciones de su material obligaron al artista a superarse; y creó su gran obra maestra. ¿Cómo lo hizo?
Había oído hablar de un gran bloque de mármol de casi cinco metros de alto que llevaba años abandonado en un patio. Cuando fue al ayuntamiento a preguntar por él se le dijo que el alcalde lo había prometido a un escultor llamado Sansovino. Otro oficial le corrigió al primero, diciendo que él tenía entendido que era para Leonardo da Vinci; pero en cualquier caso, lo mejor sería olvidarlo porque no valía para nada.
“¿No le han dicho?” preguntó el oficial. “Un tipo llamado Agostino di Duccio empezó a sacar una figura hace años y, ni corto ni perezoso, pero tonto, sí, hizo un agujero justo por el medio. Si hubiera sido un agujero limpio, quizá tendría solución. Pero a continuación, el gracioso va y quita piedra a los dos lados del agujero, como para fastidiar el bloque del todo. Un montón de escultores ha ido a echarle un vistazo y todos han vuelto rabiosos y algunos casi llorando. Era un bloque hermoso, sin el más mínimo fallo. ¡Qué imbécil, di Duccio! Era para matarlo.”
Miguel Ángel conocía la historia y, allá en Roma, mientras esculpía la Piedad, se preguntaba si el bloque de verdad estaba tan mal y si él no podría sacar una figura a pesar del agujero. Que una docena de otros escultores no hubiesen sido capaces de hacerlo no le importaba para nada.
“¿Me dejaría ir a verlo?” preguntó.
En el patio del Departamento de Obras de la catedral pasó mucho tiempo con la gran piedra. Yacía como un obelisco caído entre las malas hierbas. Dio vueltas a su alrededor, sacó medidas, se quedó pensando.
“Ahora puede Vd. comprender por qué la gente lo ha rechazado,” dijo el viejo portero con su anilla de llaves. Miguel Ángel no le respondió.
Tan pronto como llegó a casa se puso a dibujar y a hacer un pequeño boceto de cera de un David, que era el tema de di Duccio. Cuando estaba seguro de que podría sacar su figura del bloque, fue a pedírselo al alcalde. Después de pensarlo un rato, Soderini dijo: “De acuerdo. Al fin y al cabo ya no vale nada, y no puedes estropearlo más.”
Miguel Ángel extrajo la figura con tanta precisión que todavía se pueden apreciar en algunos sitios la antigua superficie del bloque y las marcas del cincel de di Duccio.
David tan grande como Goliat
Tiene más de cinco metros de altura. Representa el David de la Biblia, el pastor que mató a Goliat con una piedra de su honda y más tarde se convirtió en el rey de Israel.
Miguel Ángel empezó a trabajarlo en 1501 y, según Condivi, su biógrafo, lo esculpió, lo “ventiló”, como dicen los canteros, en solo dieciocho meses. Si eso es cierto, es casi obra de un mago.
¿Dónde lo ponemos?
Se convocó una conferencia de artistas para decidir sobre su ubicación. Entre ellos se encontraban algunos de los artistas más famosos del renacimiento italiano: Leonardo da Vinci, Botticelli y Filippino Lippi.
Votaron erigir la gran estatua a la entrada del Palazzo Vecchio, el palacio y antiguo ayuntamiento de Florencia.
El Palazzo Vecchio, Florencia (Creative Commons Attribution-Share Alike 2.5 Generic, 2.0 Generic and 1.0 Generic license foto de JoJan)
En 1872 fue trasladada a la Academia (un museo), donde se encuentra actualmente.
El David en la Accademia de Belli Arti de Florencia (Creative CommonsAttribution-Share Alike 3.0 Unported foto de Clayton Tang
Unos años más tarde, esta réplica se colocó en el sitio original:
Réplica del David de Miguel Ángel delante del Palazzo Vecchio, Florencia (Creative CommonsAttribution-Share Alike 3.0 Unported license foto de Massimo Catarinella)
Un símbolo de la libertad
Se propuso como un símbolo de la libertad. Los habitantes de Florencia se habían enfrentado valientemente a su gobernante tirano, Perfrancesco de Medici, y lo habían echado de su ciudad. Este nuevo David recordaría a quien quisiera gobernar Florencia que debiera proteger a su pueblo de la injusticia, como había hecho el rey David.
Cómo la transportaron
El traslado de la enorme figura del taller de Miguel Ángel a la plaza del ayuntamiento planteó un serio problema. Los hermanos Sangallo finalmente lo resolvieron. Construyeron un armazón de madera del cual colgaron la estatua con cuerdas gruesas. De esta manera se balanceaba mientras la transportaron y absorbió las vibraciones sin romperse. La cuerda de la que colgaba tenía un ingenioso nudo corredizo que apretaba con el peso. El transporte se llevó a cabo de la manera tradicional, es decir, construyendo delante de la estatua un camino de tablones de madera , colocando debajo del bloque unos rodillos de hierro y tirando adelante con torno y cuerda.
Daños
El David fue dañado en 1527 cuando una vez más los Medici fueron expulsados de la ciudad. Alguien tiró un banco de una ventana del palacio y partió el brazo izquierdo. Las piezas fueron recogidas y restauradas por Vasari. Las juntas son visibles.
Brazo izquierdo del David, que muestra las juntas de las piezas pegadas (Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license. foto de User:JuanMas)
Grandes elogios y algunas críticas
Vasari dice que «cualquiera que haya visto [el David] no tiene necesidad de ver otra cosa de ningún otro escultor vivo o muerto.» Así lo valoraban muchos de sus contemporáneos. Era la estatua por excelencia. Un crítico moderno, Justi, la llamó «la estatua más perfecta de Miguel Ángel de un hombre desnudo».
Pero no todos los críticos le pusieron la máxima nota. Algunos pensaron que el David no parecía lo suficientemente joven. La Biblia lo describe como un niño y la figura de Miguel Ángel tiene el cuerpo de un hombre casi completamente desarrollado. Otros, como Jacob Burckhardt, opinó que Miguel Ángel había cometido un error al tratar de representar la figura de un adolescente en proporciones colosales. «Solo las personas adultas pueden ser convenientemente ampliadas», escribió.
Otras figuras de David
Miguel Ángel no fue el primero en hacer una estatua del rey de Israel.
Ya había excelentes estatuas de David en Florencia. De ellas, las de Donatello y Verrocchio son las más famosas.
El David de Donatello
Donatello, uno de los primeros grandes escultores florentinos, creó este David alrededor de 1445, antes de que naciera Miguel Ángel.
El David de Donatello (Creative CommonsAttribution-Share Alike 3.0 Unported foto de Patrick A. Rodgers)
Es la figura de un niño que sostiene la enorme espada que ha quitado a Goliat, pero su cuerpo es una curiosa mezcla de formas masculinas y femininas. Al igual que el David de Miguel Ángel, tenía una significación política. También celebraba el derrocamiento de un tirano.
El David de Verrocchio
Verrocchio fue el maestro de Leonardo da Vinci y una tradición dice que el propio Leonardo posó para su David.
El David de Andrea Verrocchio (wikipaintings foto)
El pequeño David pasa el gran obstáculo de la cabeza de Goliat levantando su pie con la facilidad de un niño. Pero su rostro es serio.
Al comparar estas dos últimas figuras de David, hay que recordar que la de Miguel Ángel mide más de cinco metros de altura, y es de mármol. Las otras dos tienen menos de un metro y son de bronce, una técnica muy diferente.
Para la planificación de una figura tan grande, Miguel Ángel tuvo que tratar de imaginar cómo se la vería desde abajo y a mucha distancia, y ajustó algunos detalles para «corregirla» desde esas perspectivas. La cabeza, por ejemplo, es muy grande. La mano derecha se mantuvo grande y baja, probablemente con el fin de acentuar la inclinación del torso, que da vida a la figura.
A diferencia de todos los demás David, el de Miguel Ángel no lleva ninguno de los emblemas del profeta bíblico. No hay ni espada de Goliat ni cabeza cortada. La honda que sostiene en la mano izquierda no es reconocible como tal y la piedra (en realidad, un diminuto trozo de mármol) dentro de la mano derecha no es siquiera visible. De hecho, los florentinos de la época no se referían a la figura como «el David», sino simplemente como «El Gigante».
El hombre capaz de hacer todo
Fue la primera de las figuras titánicas en piedra y pintura que Miguel Ángel realizó y podría también representar al hombre orgulloso, fuerte y hermoso de los filósofos humanistas, que Miguel Ángel había escuchado cuando era adolescente. O al hombre del Renacimiento que se creía capaz de hacer todo lo que quería.
El artista joven
Miguel Ángel nació en 1475. Empezó a dibujar y pintar cuando era muy joven y pronto fue patrocinado por un aristócrata poderoso (Lorenzo el Magnífico) que montó una escuela para enseñar escultura a los jóvenes y favoreció a Miguel Ángel. Le invitó a vivir en su palacio y a asistir a las clases con sus hijos, impartidas por profesores eruditos. Así, mientras esculpía sus primeras figuras, se educó con los mejores profesores de Italia.
Por aquel entonces los italianos comenzaron a descubrir e investigar la antiguas culturas romanas y griegas, que parecían ofrecerles una fuente inagotable de sabiduría.
La Escuela de Atenas de Rafael: Los grandes filósofos de la Antigüedad retratados como los profesores humanistas y los artistas del Renacimieto. Stanza della Segnatura , el Vaticano. Se cree que Miguel Ángel es la figura de la túnica morada que escribe sobre el bloque de mármol (foto del dominio público)
¿Qué es un humanista?
Los filósofos a los que Miguel Ángel escuchó en el palacio de Lorenzo de Medici se llamaban «humanistas» porque convirtieron al hombre en un héroe. Desecharon las consideraciones abstrusas de la edad media acerca de Dios y exaltaron al hombre con sus logros y su lugar en el plan divino del cosmos. Todo desde la punto de vista «humano», de ahí «el humanismo», su doctrina.
¿Qué lugar ocupa el hombre en la cadena de los seres que Dios creó, desde los ángeles hasta los animales? La cumbre, decían los humanistas: él es el fin mismo de la creación de Dios. El hombre es el vínculo entre los dos mundos, el cielo y la tierra, entre lo divino y lo humano. Incluso los ángeles allá arriba deberían envidiarlo porque él, a diferencia de ellos, fue creado con la capacidad de elegir su destino.
El David de Miguel Ángel es ese hombre orgulloso de los humanistas, del Renacimiento. Ya no es un niño, acaba de convertirse en hombre, un hombre que despierta después de miles de años de infancia, de servidumbre. Es un hombre independiente, bello y fuerte. Frunce el ceño mientras hace una elección, la elección que es su prerrogativa única.
Nunca más se verá el hombre a sí mismo tan magnificado, tan maravilloso. Ya no es posible. En la edad media formaba parte de una comunidad avergonzada, pecaminosa. Y en años posteriores el hombre volvió a convertirse en un prisionero sin opciones reales. Al llegar a nuestro tiempo, era un manojo de complejos y un peón impotente en algún esquema humano. Lo vimos hambriento, roto, amontonado en pilas y tirado como basura. De nuevo no era nadie, menos que nadie. Un moderno David golpeándose el pecho es tan tonto como King Kong.
En cierto modo, los héroes de Miguel Ángel eran demasiado grandes para el mundo, que nunca supo qué hacer con ellos una vez que la filosofía humanista se había extinguido. No había suficiente ternura en ellos, carecían de la simpatía del muñeco. Así que se quedaron girando, brillando como magníficos orbes celestes, lejanos e ininteligibles.
Miguel Ángel esculpió su famosa estatua de la Piedad cuando tenía sólo 23 años y comenzó El David tres años más tarde.
Fotos de la limpieza del David publicadas en El País
—————————————————————————-
Las mejores fuentes generales son: Las vidas de los grandes artistas, de Giorgio Vasari, publicada por primera vez en 1555; y la Vida de Miguel Ángel de Ascanio Condivi, unos años más tarde, ambas en vida de Miguel Ángel.
…